«En el diseño gráfico, la cuestión de la responsabilidad adquiere una especial importancia como una forma de conciencia económica hacia la solución más adecuada de un problema dado.

Con demasiada frecuencia vemos trabajos impresos producidos de manera extravagante solo para satisfacer el ego de los diseñadores o los clientes. Es importante encontrar soluciones económicamente apropiadas y que tengan en cuenta todos los aspectos del problema.

Por más obvio que parezca, este es uno de los temas más ignorados por los diseñadores y los clientes. La responsabilidad es otra forma de disciplina.

Como diseñadores, tenemos tres niveles de responsabilidad:

1. Para con nosotros mismos, la integridad del proyecto y todas sus partes.
2. Para con el cliente, para resolver el problema de una manera económicamente racional y eficiente.
3. Para con el público en general, el consumidor, el usuario del diseño final.

En cada uno de estos niveles, debemos estar dispuestos a comprometernos a buscar la solución más adecuada; la solución que le sea beneficiosa a todas las partes involucradas.

Al final, el diseño debería sostenerse por si solo, sin excusas, explicaciones ni disculpas. Debería representar la finalización de un proceso exitoso en toda su belleza.

Una solución responsable.»

Texto tomado del Canon de Vignelli